PRESENTE.

Que los dos ex cónyuges deben tener los mismos derechos respecto a los hijos tras una separación está claro. De hecho, defiendo la custodia compartida a capa y espada. Pero que aprovechen esos derechos para malmeter a los hijos contra el otro progenitor... eso es cobardía.
Cuando los chicos vuelven de casa del padre/madre que no tiene la custodia y no te hablan, o te empiezan a hacer preguntas extrañas, o te acusan de haber rehecho tu vida y haberlos apartado, o de no prestarles atención por tener una nueva pareja, eso tiene un nombre: alienación parental.
La casa del padre/madre custodio es la casa de los hijos. Hay que despertarlos, ayudarles a vestirse si son pequeños, llevarlos al colegio, prepararles la comida, comprarles la ropa, pasar tiempo con ellos, llevarlos a extraescolares o clases de apoyo, tener siempre listo todo lo que les gusta, escucharlos cuando han tenido un mal día en clase, o con sus primeras parejas, llevarlos al médico, al dentista, saber cuándo necesitan hablar, contar con ellos para salir, llevarlos de vacaciones, ayudarlos y enseñarlos a ser independientes sin dejar de vigilarlos, reñirles cuando hacen algo mal o no hacen algo que deben hacer, celebrarles fiestas de cumpleaños con sus amigos, recompensarlos cuando hacen las cosas bien, pasar noches despiertos porque están enfermos, y seguro que me dejo muchas cosas sin mencionar.
El padre/madre no custodio, en el mejor de los casos, que no en el que me ocupa, pasa dos fines de semana con ellos, y la mitad de las vacaciones, un tiempo en el que no tienen que enfrentarse a la rutina que viven los hijos con el progenitor custodio.
Si a eso añadimos que el padre/madre no custodio se ha ocupado de no tener un espacio para los hijos, que los ve dos días a la semana para comer, que está a la que salta para criticar al  progenitor custodio, para hacerse el imprescindible cuando este no puede atender alguna necesidad por motivos más que justificados, para poner en tela de juicio todo lo que se hace en el otro lado, eso sí, sin aportar soluciones reales, que hace sentirse culpable a los hijos si no van a visitarlo, o peor aún, les hace pensar que es el otro el que se encarga de que no lo hagan, entonces es cuando eso se llama alienación parental.
Si tienes la suerte de que el progenitor custodio anima a tus hijos a que vayan a verte, a que pasen tiempo contigo, a que te hagan regalos por tu santo o tu cumpleaños, a que se vayan contigo de vacaciones, cosa que en este caso apenas sucede, en definitiva, a que tus hijos sigan siendo parte de tu vida, no ensucies la imagen de esa persona delante de los chicos, no ocultes, no faltes a la verdad, no mientas descaradamente para hacer que vean lo blanco negro, no los animes a enredar, a mentir, a criticar sin motivo la labor que hacen en su casa cada día.
Y si encima tienes la suerte de que la persona que hoy es tu exmujer o tu exmarido tiene una nueva pareja que cuida de tus hijos como si fueran propios, se preocupa de todo lo que se preocupa su padre/madre y quiere compartir su tiempo con ellos, piensa en la inmensa suerte que han tenido tus hijos y esa persona a la que un día quisiste y agradécelo, en lugar de intentar derribar cada cosa que ellos construyen con malas acciones u omisiones, con tus palabras o tus silencios, aprovechándote de la inmadurez y falta de experiencia de tus hijos. Porque estar presente es otra cosa.

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